Me he vuelto adicta a hablar, he dejado de escribir, aunque esto último me genere más placer que cualquier otra cosa; he dejado de hacerlo, pues poner mi corazón en el lápiz y mi alma en cada letra; es peligroso, por quien descubra esa relación tan intima e imprudente; ese puede destruirte, porque tu alma está a menos de un milímetro del mundo cruel, entonces, es preferible ser destruido, pues nada es más placentero que escribir, pues es mejor vivir la vida placenteramente, esquivando espadas, que vivir privado del placer, soñando tenerlo y siendo infeliz porque está lejos.
Una rendija abierta al mundo desde lo detestable y putrefacto hasta lo maravilloso y divino.Desde la perspectiva de un animal pensante.
3 de octubre de 2011
Volviendo en el tiempo; reinventando mi ser; Iniciando...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Decubrir un talento y no aprovecharlo es peor que no tenerlo, tu adicción puede ser, más que una expresión, una creación pública y reconocida, de ti depende.
ResponderEliminar